El Medalaganismo

Sobre cómo luchar por el cambio en las organizaciones respetando unas normas establecidas

Una de las cosas que más me gusta y me relaja es conducir, aunque conducir por alguna ciudad, no es que sea lo más relajante.

Tras más de 25 años de carnet y muchos miles de kilómetros, tanto por ciudad como por carreteras de todo tipo, he podido llegar a una conclusión: “en un porcentaje muy alto, el que diseña los garajes o no tiene carnet de conducir o no conduce”. Esto, es válido para muchas cosas. Por ejemplo: las ayudas a emprendedores, las normativas bancarias e incluso el control que muchos directivos de ventas llevan a sus comerciales. Los que diseñan los mecanismos de control; o nunca han sido comerciales o hace mucho que no salen a vender.

Todo esto viene por algo sucedido en mis vacaciones. En un tranquilo pueblecito de la costa de Barcelona, este año han puesto carril bici en el paseo marítimo. Cosa que se agradece cuando sales a pasear y yo, iluso de mí, creía que los que van en bicicleta también agradecerían.

Pues bien, el 70% lo utiliza y el 30% no. Por si se habían despistado y no lo habían visto, a los ciclistas que pasaban les señalaba el carril para que lo vieran y escuche sus razones para no utilizarlo (Intentar poner voz de enfadados e incluso la de insultar). “Está muy mal hecho y me duele el culo”, “El que lo ha hecho se ha cubierto de gloría, vaya mierda” y la mejor “llevo toda la vida pasando por aquí y no pienso utilizarlo”.

Si, seguramente el que hizo el carril bici no es ciclista, pero eso no exime respetar lo establecido. Por poner un ejemplo, alguno de los impuestos que pagamos, no estamos del todo de acuerdo y, por eso no dejamos de hacerlo. Por poner un poco de humor, coinciden las escusas del pago de impuestos con la de los ciclistas (releer).

Me parece que estamos ante una epidemia de “Medalaganismo”, todos tenemos derecho a hacer lo que nos dé la gana y además, no tenemos que pensar en las repercusiones que tendrán nuestros actos en los demás. Precisamente por eso se ponen las leyes y las normas, cuando se deja de tener respeto y sentido común. Eso no significa que las normas estén bien (teoría de los garajes), pero tampoco nos dedicamos a mover las columnas con nuestro coche, a veces basta con cambiar de parking.

(Por si acaso, lo que creemos que está mal hay que intentar cambiarlo, pero en base a unas normas establecidas).