La respuesta obvia y rápida es: Que se cumpla el objetivo para el que la has realizado.
Perfecto, toda la razón.
Tu campaña tendrá éxito, si en el email que envías utilizas un buen “copy” (texto persuasivo) que tenga el efecto deseado en tus clientes.
Pero ¿Y si no leen tu email?
Por muy bueno que sea tu “copy” si no lo leen, no valdrá de mucho. Así que tienes que dedicarle tiempo para asegurarte de que lean tu email.
Te diría que utilizar todos los “trucos” visuales que puedas para que lean tu email es fundamental, pero hay otra cosa que te debe de preocupar antes.
Para que lean tu email, es necesario que lo abran.
Parece demasiado obvio, pero es así. Si no lo abren, no lo van a leer.
Tu primera preocupación debe ser que abran tus emails.
¿Abres todos los emails que te llegan? Según las estadísticas se abren entre un 15% y un 25% de los emails recibidos, el resto van a la papelera.
¿Quieres que tus emails acaben en la papelera?
El secreto está en el ASUNTO.
El 50% de los que reciben un email, deciden abrirlo en función del asunto.
Permíteme una estadística más, la apertura aumentará un 15% si en el asunto aparece el nombre del receptor del email. Esto es muy sencillo si utilizas una buena herramienta para gestionar tu campaña.
Si el asunto está bien redactado, estamos hablando de una tasa de apertura cercana al 65%. ¿Es la de tus campañas?.
Pero ¿Cómo debe redactarse un asunto?
Tres trucos sencillos:
- Utiliza el nombre del receptor del email
- Debe de tener entre 5 y 10 palabras
- Que tu asunto contenga algo de esto
- Una Pregunta
- Una Promesa
- Un Beneficio
- Algo Urgente
- Que despierte Curiosidad
- Un aviso de Peligro
En Internet hay cientos de plantillas para escribir asuntos.
Por ejemplo, si buscas encontrarás blogs como “Los 30 asuntos irresistibles para tu email” o “Los 20 asuntos que consiguen que tus prospectos te respondan”.
Pero ¿Qué pensarás si al abrir uno de esos blogs no encuentras lo que te están prometiendo?
Lo mismo que tu cliente al abrir tu email con un asunto “super persuasivo” pero que no responde a lo que él esperaba.
El asunto debe de llamar la atención para que tu cliente lo abra, pero el texto de tu email debe de estar a la altura del asunto.
Yo tengo mi propia plantilla de asuntos y deberías buscar la tuya.
Como dice Austin Kleon en su libro: “Roba como un artista”. Inspírate en asuntos que a ti te llamen la atención y hazlos tuyos.
En el próximo blog: cómo conseguir que tu cliente lea (de verdad) tu email.