Se me ha olvidado la última vez que quedé con mis amigos o que vi a mi familia (a excepción de mis padres que los vi el día previo al estado de alarma). No recuerdo cuál fue la última vez que hice la compra sin mirar con recelo a mi alrededor, sin guantes ni mascarilla, sonriendo a los vecinos que me cruzaba…
Tampoco sé cuándo fue la última vez que mi hijo se tiró por un tobogán o corrió a carcajadas hacia un columpio. Y todo esto me pasa porque ya no sé qué día esta situación de confinamiento pasó de ser algo puntual en nuestra vida a normalizarlo en mi cabeza.
Que capacidad de adaptación tenemos, ¿verdad? Para lo bueno lógicamente, pero como hemos demostrado todos, también en lo malo. Por eso no entiendo por qué si somos capaces de adaptarnos al cambio en nuestro día a día existen tantos negocios que les cuesta hacerlo con su actividad.
¿Qué empresas están resistiendo esta situación? ¿Qué comercios van a sobrellevar la posterior crisis económica que nos espera? Los que de un modo u otro estén relacionados con el mundo online.
Así que el presente nos está dando una gran lección: tienes que digitalizarte para sobrevivir.
Muchas empresas pueden seguir su actividad sin apenas notar diferencia gracias al teletrabajo, pero son un pequeño porcentaje si tenemos en cuenta todos los sectores. Una cadena de montaje no puede hacer que sus operarios trabajen desde casa, pero sí que hay muchos negocios que por el hecho de por no entrar en el mundo digital están teniendo pérdidas devastadoras.
¿Puedes resistirte al cambio?
Primark puede ser uno de los ejemplos más conocidos. Todos sabemos lo difícil que es visitar esta tienda físicamente sin filas en los probadores o la caja o encontrar sus estanterías perfectamente ordenadas. Es una de las tiendas de ropa que más demanda tiene y la que hasta el momento se ha resistido a vender por internet.
¿Sabes cuánto vende esta cadena más o menos al mes? Unos 750 millones de euros. Y de esa escandalosa cifra a vender estos meses cero. ¡Cero! ¿Por qué? Simplemente por no tener una tienda online. Puede que se lo estén replanteando. Quizá con esta situación mundial no les queda más remedio que digitalizar su empresa y montar el e-commerce tan esperado. Lo desconocemos por el momento.
Y del mismo modo que me sorprende por qué el gigante Primark ha sido siempre tan reticente a la venta por internet, admiro a muchos negocios que se han reinventado en tan solo semanas. Hablo de pequeños comercios que te llevan el pedido a casa, que han visto lo importante que era “existir” en el mundo digital y que han tardado solo días para ponerse las pilas.
El “ahora” va a determinar tu futuro
En mi empresa trabajamos con todo tipo de negocios y, como todos, se han visto afectados de un modo u otro por el estado de alarma. ¿Cuál ha sido la primera reacción de muchos de ellos? Suspender su relación con el mundo digital: pausar contenidos de blog, dejar de hacer anuncios en internet, paralizar el diseño de nueva web…
Y lógicamente acepto su decisión, pero en realidad me echo las manos a la cabeza por la oportunidad que están dejando pasar. Precisamente ahora es el momento de pensar en cómo trasladar la actividad comercial a la era online. De cómo puedes ganar ventaja a tus competidores en estas semanas (o meses) de stand by que la vida nos impone.
Toda empresa sabe que lo que haga ahora va a repercutir en su futuro, pero en tiempo de confinamiento todavía más. Cuando todo pase, cuando nos tengamos que volver a adaptar a lo que llamábamos hace dos meses “normal”, todos echaremos la vista a atrás y haremos nuestro propio recuento.
Algunos verán todo lo que han perdido, otros solo lo que no han ganado de más y, para todos los que arriesgaron y se reinventaron en este 2020, observaran orgullosos como se han digitalizado y han sobrevivido.