El otro día en redes sociales me salió un vídeo en el que te decían que todos nos acordamos de nuestras primeras veces -no de todas, claro-, al menos de las más importantes. El primer beso, la primera vez que coges a tu hijo en brazos, la primera vez que hiciste un viaje importante…
Pero pocas veces somos conscientes de las últimas veces. Todas aquellas decisiones que se escapan de nuestro control nos obligan a vivir últimas veces sin darnos cuenta. No tenemos un contador en el que visualizar el tiempo que nos queda para poder emplearlo de una forma más optimizada, de disfrutarlo, de aprovecharlo.
Y es que desde que nacemos esa cuenta atrás comienza y tenemos una vida por delante que es el equivalente a un tiempo determinado que tenemos a nuestra disposición. En el caso de los negocios ocurre exactamente lo mismo. Cada empresa, cada proyecto, cada nuevo trato con un cliente es una nueva vida, un tiempo que debemos administrar correctamente para que en vez de meses dure años.
A las personas que nos gusta tener todo bajo control, cualquier imprevisto, cambio de última hora o final precipitado, nos cuesta mucho gestionarlo, tanto en nuestro día a día como cuando se trata del ámbito profesional.
Solo que, a diferencia de las decisiones de nuestra vida personas, las empresas tienen la opción de tener ese “tiempo que les queda” mucho más controlado gracias a la transformación digital.
Transformación digital: el poder de controlar el tiempo
El ritmo que en la actualidad tienen los negocios es muy diferente al que se tenía hace 10 años. Teletrabajo, videollamadas; todo eso existía, pero como algo lejano, algo que hacían en otros países con una mentalidad más abierta que la nuestra.
Pero todos hemos experimentado el cambio, ¿verdad? La tecnología, los nuevos hábitos de consumo, las crisis económicas nos han exigido a profesionales y a empresas a que seamos ágiles, eficientes y capaces de adaptarnos rápidamente a los cambios del mercado.
Uno de los desafíos más grandes al que deben hacer frente un proyecto es mantener el control sobre el tiempo.
Sin embargo, lo veo constantemente. Todavía son muchos los que infravaloran o desconocen que la transformación digital es la herramienta más poderosa que tienen para controlar su negocio, optimizar sus procesos y maximizar su productividad. “Estamos bien como estamos”, es una de las frases que aun se oyen en reuniones de proyecto.
Y entonces comienza mi discurso con la intención, no de convencer, sino de que descubran que están perdiendo tiempo y dinero. “Agilizar tareas rutinarias y repetitivas, minimizan los errores y enfocarnos en actividades más estratégicas y creativas” NO es algo que solo se puedan permitir las grandes empresas.
Esta transformación precisamente la deben hacer las PYMES, los autónomos, las empresas que tienen menos visibilidad frente a los ‘gigantes’. No son conscientes de que fácilmente y sin necesidad de una inversión escalofriante, pueden acceder en tiempo real a información muy valiosa que les ayude a identificar, corregir y tomar acciones sobre el proyecto a diario.
Llevo más de 10 años trabajando en marketing digital y sé de sobra que la digitalización de los negocios nos ayudar a eliminar esa barrera de tiempo (¡y del espacio!, puesto que también nos ayudan a trabajar de manera eficiente sin importar su ubicación física).
Y en esta década también he visto a muchas empresas rechazar a profesionales experimentados en esa digitalización. Negocios que no quisieron tener la oportunidad de tomar decisiones fundamentadas, con datos, con estadísticas, con resultados por delante. Y al elegir tener que depender de suposiciones, intuiciones o tendencias que escapan de su control, muchos han “bajado la persiana”.
Esta información tan valiosa, a la que todavía hay muchos negocios se resisten a tener, es la que permite alargar el tiempo de un proyecto, de hacer que la optimización de un día se transforme en ganancias, en perpetuar su ‘vida’ gracias a estrategias eficaces implementadas.
Comunicar, colaborar y decidir
Y, aunque el tiempo y el dinero parece que es lo que más importa a cualquier empresa, hay algo mucho más valioso que la mayoría pasa por alto: el EQUIPO. La transformación digital cambia totalmente la forma en que las personas nos comunicamos y trabajamos en equipo en el entorno laboral.
Muchos no son conscientes de la cantidad de tiempo dedicado a tareas “improductivas”. Bueno, las llamamos improductivas, pero realmente sí son productivas, solo que es tiempo que invertimos en comunicarnos, en colaborar con otros equipos, con profesionales, tiempo en analizar objetivos y tomar decisiones…
Y un equipo, para que trabaje de forma eficiente, cómoda y siempre prime la COMUNICACIÓN, necesita herramientas que hagan que la interacción sea inmediata y sencilla, se agilicen tareas, todo fluya rápidamente.
Da igual que tenga un proyecto de web, de SEO, de redes sociales… La conclusión que le hago siempre a cualquier cliente es que deben rodearse de profesionales que hagan que esa transformación digital se lleve a cabo. Porque una vez que una empresa tiene el control REAL de su tiempo, puede alargarlo tanto como lo desee.