Póngame cuarto y mitad de “pensativos”, por favor

Pensarlo, pero sólo dos minutos, tenéis más cosas que hacer

Hace un tiempo vi una película que me hizo pensar… La película, está en un 6 justito de valoración, pero tiene “su aquel”.

Un mago llamado Frank Cadillac (Nicolas Cage), tiene la capacidad de ver su propio futuro, siempre y cuando sólo le afecte a él y no sean más de dos minutos.

No reventaré la película (jeje, se me había olvidado decir que la película es Next), pero os podréis imaginar que ese “superpoder”, que utiliza para su beneficio, lo acaba poniendo al servicio de un bien mayor.

Sería brutal tener ese “superpoder”. Pero me temo que no os puedo ayudar. No tengo la fórmula todavía, pero si la encuentro…, la encontraréis aquí publicada.

Y ¿qué me hizo pensar?

En nuestro día a día, ya sea en lo laboral o en lo personal, nos han educado como “ejecutivos”. No tenemos tiempo, pim pam, llega algo, lo vemos, decidimos y a otra cosa MariCarmen.

Si fuéramos como Frank Cadillac, tendríamos dos minutos para decidir y ver si hemos acertado, y si no, pues lo cambiamos. Nos quedan dos minutos para que pase.

Ya sé que ese “superpoder” no lo tenemos. Pero igual si que tenemos esos dos minutos para poder pensar, visualizar y luego actuar.

Dicen que pensar está sobrevalorado, pero nos ayuda a ver otras alternativas, o a darnos cuenta de lo que puede suceder si hacemos una cosa u otra; o a ver si lo que íbamos a hacer es una barbaridad.

Tal vez no podamos ver esos dos minutos de futuro, pero igual arreglamos, o por lo menos, no destruimos algo importante por pensar dos minutos.

Hay que ser ejecutivos, pero al menos tres o cuatro veces al día vamos a permitimos ser “pensativos”.

Pensarlo, pero sólo dos minutos, tenéis más cosas que hacer.