Dice el geógrafo humanista Yi-Fu Tuan: “… como el individuo humano es cuerpo y mente, las dos cosas, también se puede decir de él que es tanto ‘lugar’ como ‘espacio’. Su cuerpo, ligado por los sentidos al medio ambiente, es lugar; su mente, libre de este tipo de lazos sensoriales, es espacio. Dada su mente errante, el ser humano rara vez puede estar, por ende, plenamente donde está”.
La digitalización flexibiliza la dependencia física del lugar de trabajo, pero ¿y la independencia de nuestro espacio creativo? Pudiera sospecharse que movemos el culo para fijar el cerebro en un espacio económicamente digitalizable.
Y, tal vez, nos preguntáramos, como Laura Bey: “¿Cómo podría yo estar ‘allí’ y ser otra quedándome en casa? No tengo claro si es lo que querían o es lo que quería yo”