Cabría preguntarse si tomar distancia de la vida favorece su entendimiento.
Cabría preguntarse si objetivar es separar.
Cabría preguntarse por la hospitalidad.
Cabría preguntarse por la digitalización, la inmunidad y el acogimiento.
Cabría preguntarse por la vida.
Marina Garcés escribe:
«La frontera entre el adentro y el afuera no es una frontera preexistente. Se crea en el acto mismo de descartar quién puede entrar y quién no, quién sigue jugando y quién queda fuera de juego. La frontera se mueve con nosotros, nos puede pisar la sombra o incluso avanzarse tanto que se acabe convirtiendo en el único horizonte que podemos ver.»
Cabría preguntarse por el horizonte digital.