Cliente: “¿Esto tiene cura?”
Profesional: “Sí, pero necesitamos una intervención rápida para mejorar cuanto antes”.
Cliente: “Pues no lo entiendo. Si tenemos una página web desde hace tiempo”.
Profesional: “La tenéis, pero eso no es suficiente. Desde el móvil no se ve correctamente, no aparecéis en Google por los términos que definen vuestra línea de negocio, es poco intuitiva y así no podéis destacar frente a vuestra competencia”.
Entonces es cuando el cliente parece dudar y empieza a pensar que quizá no solo quieres conseguir una venta, sino que puedes ayudarle a vender más.
No deja de sorprenderme la cantidad de empresas que creen que por tener una web (sin importar cuándo se hizo ni su nivel de optimización) tienen que salir en Google. No solo eso, en primera página y con el término más genérico que puedas pensar.
Pero, por otra parte, me encanta tener este tipo de clientes porque son huesos duros de roer, y, además, una vez que tienen el más mínimo de los resultados se dan cuenta que han hecho una inversión que van a recuperar en muy poco tiempo.
Son negocios que creen que su negocio está “sano” dentro del panorama digital y tienes que hacerles ver que si no ponen medios van a “enfermar” mientras su competencia se abre camino en el mercado.
Realmente lo que necesitan es una vacuna que les haga fuertes, inyectándoles varias dosis de digitalización de su negocio que les permita sobrevivir a su sector sin ninguna recaída.
Y aunque el problema es que suelen ser clientes reticentes, como decía, una vez que han visto que con la primera vacuna su aspecto mejora considerablemente, quieren el ciclo completo cuanto antes.
Dosis para los negocios más afectados
En todos los casos empezamos con una dosis que cambia por completo la percepción que tenía el cliente sobre su propio negocio. Una web nueva no se basa en un lavado de cara, aunque sea lo único que ve el cliente, sino en el desarrollo de una página optimizada para Google.
Y aunque en un primer momento solo se va a alabar el diseño, la segunda dosis de vacuna no sería posible sin esa optimización que se ha hecho en un primer momento.
Estructura de la web, enlazado interno, WPO, optimización de textos e imágenes son algunos de los elementos que dan paso a un cliente ambicioso que ahora empieza a levantarse y quiere un único objetivo: aparecer en Google.
Y en esta “vacuna” a veces hay que volver a pelear con el cliente, porque los resultados no siempre son tan rápidos como quizá él esperaba. Sin embargo, en el 90% de los casos se dan cuenta que no estaban bien, que necesitaban mejorar y, muchas veces, incluso te agradecen haberles insistido tanto en dar este paso.
La UCI de los negocios
Y es que todos tenemos claro a quién acudir cuando nos encontramos mal, ¿verdad? Incluso dónde curan a nuestras mascotas, qué hacer si se nos estropea el coche o arreglar algo roto. Pero ¿qué hacemos cuando nuestro negocio está grave? ¿Quién puede ayudar a esas empresas que necesitan entrar urgentemente en una UCI?
Nosotros. Los portadores de vacunas para digitalizar incluso a los más rezagados, discutir con los negacionistas y hacerles ver que para que una empresa no tenga ningún síntoma ni enferme, hay que tomar medidas. A veces una vacuna puede ser suficiente, pero la mayoría de los casos requieren un tratamiento en el que asegurarnos que esa empresa está más fuerte que nunca.