Ni este país ni el mundo entero van a ser los mismos, es imposible que vuelvan a serlo.
Siempre que una persona tosa a nuestro lado sentiremos miedo por el estigma que dejó el Covid-19, que nos recordará lo vulnerables que somos a lo invisible.
La experiencia vivida al ver morir a nuestros mayores, se convertirá en miedo a la siguiente pandemia, a nuestra propia muerte y peor aún, miedo a poder ver morir a nuestros propios hijos.
El miedo lo tendrán también las empresas, los inversores, los gobiernos, a que la versión V0.2 del Covid-19, quizás más agresiva quién sabe, paralice más tiempo la economía mundial.
Y el miedo a lo desconocido, sólo se combate con confiabilidad y confianza.
La confiabilidad y la confianza de los ciudadanos se repartirá entre dos colectivos, los que gobiernan ahora y los que saben qué es necesario para hacer frente a una pandemia, es decir los sanitarios.
¿Quiénes te transmiten más confiabilidad?.
Las personas que van a tomar las decisiones más importantes sobre nuestro mañana, a nivel de inversión y progreso, hoy no tocan micrófonos ni ocupan atriles. Esas personas hoy están salvando las vidas que pueden, sin medios, en los hospitales de todo el mundo.
Hoy los sanitarios bajan cada día unas escaleras a lo más profundo del infierno, porque su código les dicta que es su deber y así lo sienten.
Mañana, cuando el Covid-19 sea un fantasma, este colectivo seguirá con la misma convicción y templanza, pero no bajando sino subiendo las escaleras del cambio del sistema sanitario mundial.
Cueste lo que cueste, apoyados por toda la ciudadanía. Caiga quien caiga.
El movimiento se demuestra andando y la confianza se gana actuando.
Los sanitarios, sin saberlo, sin buscarlo, están ganando cada día la confianza de:
- La tercera edad marcada por el terror.
- Padres temerosos a una nueva versión del virus, por sus hijos
- Empresarios, inversores que saben que la capacidad del sistema sanitario será la clave para que no vuelva a paralizarse la economía.
- Jóvenes ansiosos por cambiar el mundo.
- Etc
¿Por qué? Porque sólo ellos sabrán calmar el miedo a la próxima pandemia y porque sólo el sistema sanitario que ellos creen, será el suficiente para sostener la salud y la economía futuras.
¿Y hacia dónde irá la decisión de los sanitarios?
- Inversión real y suficiente en sanidad.
- Proyectos reales/viables/suficientes en sanidad.
Los que ellos marquen, por encima de cualquier proyecto, por encima del PIB de cualquier país, por encima de cualquier gobierno.
Los gobiernos actuales han sido arrollados por el Covid-19, la mayoría sin salvación posible, porque han perdido la confianza de los sanitarios de manera irrecuperable. Sólo por eso.
Y serán los sanitarios quienes elijan los siguientes, señalando a aquellos en los que confíen.
Hoy, las promesas políticas están siendo sustituidas por el código deontológico llevado a rajatabla.
Al poco valor que pudiera quedarles a las corbatas, lo están sustituyendo las batas blancas y al del marketing político lo sustituirá la investigación.
Vienen tiempos de cambio y la dirección más importante la marcarán, sin duda, quienes han asistido a miles de enfermos y han despedido a miles de vidas, directamente, en tan poco tiempo y espacio físico.
Porque eso mismo les ha dado ya criterio por encima de cualquiera, y mañana les dará la fuerza necesaria, para no parar hacia la reforma sanitaria mundial.